A lo largo
del año transitamos por un largo camino que nos ayudó a comprender de mejor
manera el mundo en el que “estamos parados”. Estamos siendo parte de un proceso
de interacción e integración mundial basada en el comercio, la economía y
principalmente la sociedad, llamado globalización. La globalización es un
proceso continuo y dinámico que desafía las leyes de todos los países para
conformar entre todos una unidad. Hoy todos los países son uno. Vivimos en
Argentina, que a pesar de ser denominado un país “antiguo”, nos permite estar
en contacto constantemente con lo que está sucediendo en este momento en el
resto del mundo. A pesar de las relaciones económicas, las encargadas de mover
al mundo, tanto así como las comerciales, hoy en día todo está en manos de la
sociedad.
Las empresas
multinacionales son el gran motor de la globalización. Son quienes expanden sus
actividades a todas partes del mundo para dominar la economía. Además existen
corporaciones con un fin colectivo y las transnacionales que manejan el
flujo de producción de algunos países y sobre todo aquellos con productos
manufacturados. Los organismos internacionales centralizan el poder de la
economía y la política. Este proceso por el que todo el mundo está atravesado
llamado globalización, tiene ventajas como así también desventajas. Las
ventajas son la posibilidad de comerciar en el mundo a menor precio porque los
países productores exportan a potencias que les importan maquinarias. Este es
el caso de nuestro país, en el cual la materia prima agrícola-ganadera tales
como la soja y el maíz son exportadas generando así ingresos con los que luego
se puede invertir en nuevas maquinarias. Además, los nuevos conocimientos
llegan a todas partes sin limitaciones gracias a las nuevas tecnologías de
comunicaciones. Así mismo, este proceso tiene desventajas ya que dentro de un
mismo país las diferencias entre ricos y pobres están más marcadas. También
generan conflictos el tráfico de armas, de drogas y sobre todo de personas,
para lo cual debería haber más controles entre los países fronterizos.
En el mundo actual las diferencias
existen y se ven reflejadas en todo momento, en todas partes. Principalmente en
su economía, la cual se relaciona directamente con el modelo productor que el
país tenga. Es decir, no es igual la situación para un país en desarrollo que
para uno desarrollado e industrializado. Los países en desarrollo basan su
economía en la agricultura y la ganadería (materias primas), en un primer
momento eran para abastecimiento propio pero luego las familias comenzaron a
pasar por diferentes dificultades que las llevaron directamente a la
exportación. Ahora, que los países menos desarrollados son exportadores, en
muchas ocasiones son los que atraviesan mayormente por inseguridad alimentaria.
Las innovaciones en la agricultura han contribuido a estos países en vías de
desarrollo a aumentar su producción en un nivel mayor y más rápido acelerando
así el proceso.
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